Entre encierros prolongados, elecciones exprés, muertes inesperadas y hasta vetos imperiales, la historia de los cónclaves papales ha dejado muchas anécdotas curiosas a lo largo de la historia.
Es que aunque la imagen más común sea la de cardenales vestidos de rojo orando en capilla, detrás de cada elección pontificia se esconden episodios tan inverosímiles como apasionantes. Desde el que duró varios años (donde debieron quitarles el techo para que tomaran una decisión), hasta el que se transmitió por radio como si fuera un partido de fútbol, estos encuentros no solo definieron el rumbo de la Iglesia, sino también dejaron huellas en el mundo.
Aquí, un recorrido por los diez cónclaves más curiosos que vivió el catolicismo:
1. El cónclave más largo: Viterbo (1268–1271)
Tras la muerte del papa Clemente IV, los cardenales se reunieron en Viterbo. Las divisiones entre las facciones francesa e italiana impidieron alcanzar un consenso durante casi tres años, y el motivo de los desacuerdos fue la profunda división política y geográfica entre los purpurados electores.
El final también fue insólito, ya que para presionarlos, las autoridades locales los encerraron y racionaron su comida. Finalmente, eligieron a Teobaldo Visconti, un archidiácono que ni siquiera era sacerdote en ese momento, quien se convirtió en el papa Gregorio X.
2. El cónclave más breve: Roma (1503)
El cónclave que eligió al papa Julio II duró aproximadamente 10 horas, siendo el más corto registrado. La elección fue facilitada por acuerdos previos y la influencia de poderosas familias italianas.
Este evento contó con la participación de 38 cardenales, quienes escogieron a Giuliano della Rovere, que había cultivado relaciones estratégicas con figuras influyentes, incluyendo a César Borgia y los cardenales españoles. La votación fue prácticamente unánime, con la excepción del propio voto de della Rovere, cumpliendo con la tradición de que un candidato no vote por sí mismo.
3. El cónclave más dramático: Carpentras (1314)
Tras la muerte de Clemente V, los cardenales se reunieron en Carpentras. Las tensiones políticas y la presión de las facciones llevaron a disturbios, y la sede del cónclave fue incendiada. Los cardenales huyeron y la elección se completó dos años después en Lyon, eligiendo a Juan XXII.
Desde el inicio, las votaciones fueron infructuosas debido a las rivalidades entre italianos, gascones y franceses/ provenzales. La situación se agravó el 22 de julio de 1314, cuando una banda de gascones armados, liderados por Bertrand de Got, sobrino de Clemente V, irrumpió en el palacio episcopal, interrumpiendo violentamente el cónclave. Los cardenales italianos, que temieron por su seguridad, huyeron y se dispersaron por la región.
Así, durante todo 1315, no se realizaron votaciones, ya que los cardenales italianos se negaban a reanudar el cónclave a menos que se trasladara a Italia o a territorios del Imperio.
Ante la prolongada vacancia papal, el nuevo rey de Francia, Luis X, tomó medidas drásticas, y el 28 de junio de 1316, ordenó el encierro de los cardenales en el convento dominico de Lyon, forzándolos a llegar a una decisión. Después de 40 días de deliberaciones, el 7 de agosto de 1316, los cardenales eligieron a Jacques Duèze, un gascón de 72 años, quien adoptó el nombre de Juan XXII. Fue consagrado el 5 de septiembre y coronado en la catedral de Lyon.
4. El cónclave con más fallecidos: Roma (1287–1288)
El cónclave de Roma de 1287-1288, donde se eligió al Papa Nicolás IV (Girolamo Masci), fue uno de los más mortíferos en la historia de la Iglesia Católica. Durante la elección, que duró varios meses, se registraron la muerte de varios cardenales, posiblemente debido a la peste que afectaba la región.
Luego de que el papa Honorio IV muriera el 3 de abril de 1287, pasó un día hasta que inició el cónclave que eligió a su sucesor, y que terminó el 22 de febrero de 1288.
Inicialmente había 16 cardenales, pero cinco o seis murieron en ese lapso de tiempo, a raíz de una peste que se extendió por toda Europa en aquel momento.
5. Papa más joven: Juan XII (955)
Octaviano, hijo del duque de Roma, fue elegido papa a los 18 años, tomando el nombre de Juan XII. Su juventud y comportamiento escandaloso marcaron su pontificado, siendo uno de los más controvertidos de la historia.
Incluso su muerte está envuelta en misterio. Algunas fuentes sugieren que falleció de apoplejía durante un acto sexual, mientras que otras afirman que fue asesinado por un esposo celoso que lo encontró con su esposa.
Su pontificado es frecuentemente citado como ejemplo de los excesos y corrupciones que afectaron a la Iglesia en ciertos períodos de la Edad Media.
6. Papas de mayor edad: Celestino III (1191) y Celestino V (1294)
Celestino III fue elegido a los 85 años y tuvo un pontificado de siete años. Celestino V, también de edad avanzada, fue elegido a los 79 años y renunció después de solo cinco meses, siendo uno de los pocos papas en abdicar voluntariamente.
En el caso de Celestino III antes de su elección, había servido como cardenal diácono durante 47 años y fue legado apostólico en los reinos de Hispania. Su elección fue notable no solo por su edad, sino también porque tuvo que ser ordenado sacerdote y consagrado obispo inmediatamente antes de su coronación papal.
Mientras que Celestino V fue un monje ermitaño y fundador de la Orden de los Celestinos. Su elección como papa fue resultado de un compromiso después de más de dos años de sede vacante. A pesar de su reticencia inicial, aceptó el papado y fue coronado en la ciudad de L'Aquila.
Su pontificado fue breve y marcado por su falta de experiencia en el gobierno de la Iglesia. Promulgó la "Bula del Perdón", que otorgaba indulgencia plenaria a los peregrinos que visitaran la Basílica de Santa Maria di Collemaggio en L'Aquila. Finalmente, abdicó voluntariamente, citando su deseo de retornar a la vida de ermitaño. Fue encarcelado por su sucesor, Bonifacio VIII, y murió en prisión en 1296.
7. Un papa no cardenal: Urbano VI (1378)
Bartolomeo Prignano, arzobispo de Bari, fue elegido papa sin ser cardenal, tomando el nombre de Urbano VI. Su elección provocó el Cisma de Occidente, con la elección de un antipapa en Aviñón.
Su cónclave comenzó el 7 de abril de 1378 con la participación de 16 de los 23 cardenales. Divididos en facciones (italianos, franceses de Limoges y otros franceses), los cardenales enfrentaron una atmósfera tensa y caótica.
Para satisfacer las demandas populares, eligieron Prignano, un italiano respetado por su integridad y experiencia administrativa, aunque no era cardenal ni participaba en el cónclave. Su elección fue anunciada con cautela debido al temor de disturbios. Inicialmente, la multitud creyó erróneamente que el anciano cardenal Francesco Tebaldeschi había sido elegido, lo que generó confusión. Finalmente, Prignano aceptó la elección y fue proclamado papa con el nombre de Urbano VI .
8. Cónclave fuera de Roma: Venecia (1799–1800)
Luego de la invasión de los Estados Pontificios por las tropas francesas y la proclamación de la República Romana en 1798, el papa Pío VI fue arrestado y murió en el exilio en Valence, Francia, el 29 de agosto de 1799.
Así, ante la imposibilidad de celebrar el cónclave en Roma, se decidió, siguiendo una ordenanza de Pío VI, realizarlo en la ciudad con mayor número de cardenales presentes: Venecia, entonces bajo control del Imperio Austríaco.
El cónclave duró 103 días y finalmente, el cardenal Jean-Sifrein Maury propuso a Barnaba Chiaramonti, obispo de Imola, quien fue elegido el 14 de marzo de 1800, y fue conocido como Pío VII.
9. Fin del derecho de veto: Roma (1903)
Durante este cónclave, el cardenal Mariano Rampolla fue vetado por el emperador de Austria-Hungría. Esta intervención causó indignación y llevó a la abolición del "Ius Exclusivæ", el derecho de ciertos monarcas a vetar candidatos al papado.
Con el bloqueo de Rampolla y la prensa especulando, el elegido final fue el patriarca de Venecia Giuseppe Melchiorre Sarto, quien era de una actitud en pro de la clase trabajadora, populista y conservador.
El nuevo Papa tomó el nombre de Pío X, y fue el que tomó la decisión de abolir formalmente el veto de los jefes de Estado, declarando que cualquiera que se atreviera introducir un veto civil en el cónclave sufriría la excomunión automática
10. Primer cónclave transmitido por radio: Roma (1939)
La elección del papa Pío XII fue la primera en ser cubierta por la radio, permitiendo a los fieles seguir el evento en tiempo real. Este cónclave también fue notable por su brevedad, concluyendo en solo dos días.
Este evento se llevó adelante tras la muerte de Pío XI en febrero de 1939, y en medio de la creciente tensión internacional que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial. Luego de solo tres votaciones, el cardenal Eugenio Pacelli fue elegido Papa.
Su transmisión por radio marcó un hito en la comunicación de los eventos eclesiales al público.